Como a la mayoría de todos nosotros, los planes de Tina Mazarino, la talentosa y joven profesional noruega, se vieron afectados de repente cuando se produjo la pandemia del COVID-19. Patrocinada por Atalaya Golf & Country Club, Tina había planeado llevar a cabo su programa de entrenamiento durante la primavera en Atalaya.

El 12 de marzo, Tina cogió un vuelo a Málaga para comenzar su régimen de entrenamiento en Atalaya y esperaba ansiosamente su primer torneo en Francia el 1 de abril. Pero en un abrir y cerrar de ojos, todo cambió. «El mismo día que Noruega cerró e impuso restricciones de viaje para viajar a España,  aterricé en Málaga», nos ha comentado Tina.

Entonces los sucesos ocurrieron muy rápido. “El Comité Olímpico Noruego les dijo a los atletas que se quedasen donde estaban y que se preparasen para la próxima temporada” nos ha dicho. Dos días después, el 14 de marzo, se anunció que España cerraba, incluyendo todos los campos de Golf.

Fue en aquel entonces cuando Tina regresó a su casa a las afueras de Oslo en Noruega.

¿Qué significó todo esto para la joven golfista profesional? Las preguntas de Tina abundaban: «¿Cuándo habrá torneos? ¿Cuándo podré viajar de nuevo? ¿Cuándo podré volver a España y Atalaya Golf? ¿Estarán todos bien allí? ¿Qué hago ahora?»

Tina tuvo pocas respuestas al respecto. Al regresar a Noruega, fue puesta en cuarentena de inmediato durante dos semanas.

En ese tiempo de confinamiento, el padre de Tina le ofreció algunas respuestas fáciles. Tina nos ha comentado: ”Papá siempre tiene el mejor consejo», dijo. «La solución fue comprar un televisor de 75 pulgadas y una PlayStation 4».

La familia de Tina y ella han dedicado su tiempo viendo televisión, jugando y caminando por el bosque.

Tras la finalización de la cuarentena, Tina pudo practicar golf en casa y viajar con su entrenador técnico para preparar su temporada como previsión para lo que pudiera ocurrir.

En las conversaciones que hemos mantenido con Tina, nos ha reconocido que situaciones como esta pueden acarrear una falta de motivación pero, que en su caso, las circunstancias solo han resultado ser una llamada de atención. Se ha visto obligada a profundizar y preguntarse: «¿Es esto lo que realmente quiero hacer?» Finalmente ha decidido aprovechar la oportunidad y afrontar las cosas un poco mejor que el resto para mejorar.

Sus horarios semanales comenzaron los domingos. Aunque no tenía noticias sobre cuándo podría ser su próximo torneo, siguió un estricto programa de entrenamiento, planteado en mejorar cada día.

Tina también ha dedicado tiempo a las chicas jóvenes en Kjekstad Golfklubb, su club de origen. «Una de mis pasiones es devolver algo al deporte que adoro y especialmente a las chicas jóvenes», dijo. “He pasado un par de horas con ellas todos los lunes. Parecía inspirarlas, y de alguna manera también me inspiró a mí”.

En ese tiempo la amenaza del virus mejoró en Noruega y durante la segunda semana de abril, el gobierno noruego comenzó a relajar las restricciones. Según Tina, lo más importante es que pudieron comenzar a jugar golf nuevamente, aunque con restricciones muy similares a las que había en España.

Actualmente, en plena Fase 3 del plan de desescalada en Andalucía, Tina espera ansiosamente regresar a Atalaya Golf. Sus palabras han sido: “Estoy muy feliz de que las cosas estén empezando a verse positivamente en toda Europa y, por supuesto, para todos vosotros en Atalaya. Echo mucho de menos caminar por el fantástico campo de golf y hablar con todos vosotros. Volveré tan pronto como me lo permitan. Antes de que os deis cuenta nos volveremos a ver en la casa club. Mientras tanto, deseo que tengáis buena salud y que os cuidéis mucho”.

Sin lugar a dudas, en Atalaya Golf estamos deseando volver a ver a Tina.

Tenemos ganas de verla practicando en nuestro club, afinando su hermoso swing y mejorando su juego corto.